11 julio 2011

Olvidar

El trato es el siguiente:
Tú me olvidas, yo te olvido.
No vale recordar viejos momentos...
Aquellos paseos de la mano por la ciudad.
Esos besos interminables que sabían a fresa.
Esa manera de mirarme, por la que moría.
Ese olor fresco que lo inundaba todo cuando estabas conmigo.
Tú vitalidad, hoy perdida.
Nada de eso.
No vale.
Porque si decidimos acabar con ello, es porque se supone que no nos gustaban todas esas cosas, ¿no?
Esa es la verdadera razón.
Por eso, olvidemos todo.
Y pensemos que otra persona nos dará lo mismo.
Los mismos sabores, olores, texturas...
Es de lo que se trata...
Olvidemos.
Y creamos en que la vida nos dará una segunda oportunidad con otra persona.

No hay comentarios:

Publicar un comentario